miércoles, 10 de febrero de 2010

Maná

Cuando no estás, los días son eternos, tengo hambre de ti, tengo sed de ti. Cuando no estás me siento perdida en un desierto. Cuando vuelves a mí, tu maná me da fuerzas para servirte.

7 comentarios:

  1. El maná hay que ganárselo. Pero sospecho que eso no es ningún problema para una dama tan complaciente como tu. Seguro que te ganarás con habilidad litros y litros de... manña

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  2. Sí, creo que me lo sé ganar, aunque lo de los litros... Ojalá lo vendieran en tetrabrik para terminar mis días de soledad con buen sabor de boca.

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  3. No seas cómoda, Carmen: en tetrabrick no es lo mismo que ordeñar una buena polla (o varias) con esa boquita viciosa que tienes. Sentir los borbotones de esperma saliendo disparados... ¿cómo vas a perscindir de eso?

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  4. Prescindir de ordeñar? Ni loca. He dicho que el envasado era para mis días de soledad, me gusta irme a la cama con buen sabor de boca y no siempre se puede.

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  5. Muy bien matizado. Peor apuesto a que si te vas a la cama sin el sabor a lefa fresca, es porque tu quieres, ya que una mujer como tu seguro que tiene muchas pollas dispuestas a abastecerla!

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  6. Es mi Amo y Señor quien decide sobre esa cuestión. Como dices, a veces son varias las pollas que me abastecen, en otras ocasiones ninguna. Éstas últimas son las duras.

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  7. Quizá sea mejor así: la ausencia de algo es lo que nos hace valorarlo, por eso es bueno no tener siemre lo que queremos, o por lo menos, tardar en tenerlo. Pero por la cuenta que te trae, confiemos en que seas una buena perrita para tu amo.

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