sábado, 14 de septiembre de 2013

¿Por qué?

Hace unos cuarenta años que me metí mi primera polla en la boca. No sé explicar el motivo pero en este tiempo no he parado de hacerlo. No sé qué tiene el sentir la cabeza chocando con mi paladar, no sé definir el sabor que mi lengua recoge del frenillo, no sé por qué ese ansia de meterla más y más adentro, no sé cuál es el efecto en mi cerebro de las palpitaciones que la polla tiene antes de correse, pero es algo que no puedo evitar. La visión de una polla a lo largo de estos cuarenta años ha ido siempre seguido de un deseo irrefrenable de metérmela en la boca


5 comentarios:

  1. Preciosa foto.

    Y gran homenaje a la polla.

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  2. Siempre lo he dicho, me gustan mucho los hombres, me gustan mucho las mujeres, pero lo que de verdad me gusta más que nada son las pollas.

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  3. Eso para comer, para beber, un buen vaso de leche.

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  4. El problema es que para la sed tenéis un depósito muy pequeño, por eso hay que recurrir a varios.

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