Hay a quien esta imagen le atemoriza. Yo, cuando observo así a mi Ama, cuando arrodillada a sus pies le ofrezco mi cuerpo, mi alma, cuando sé que ese látigo castigará mi piel, me siento segura, nada podrá hacerme daño.
Cuando me acaricias, soy tuya, cuando me hablas, soy tuya, cuando me besas, soy tuya, cuando me ordenas, soy tuya, cuando me azotas, soy tuya, cuando me compartes, soy tuya. Pero... cuando tu polla se apodera de mi culo, soy más tuya que nunca.